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jueves, 27 de marzo de 2014

Love When You Say Love (Odilia Rivera Santos, Editorial Trance, 2014)

Editorial Trance*
'Conocí' a Odilia vía Internet; su iteración digital ha interactuando con la mía por 4 años.
La tengo de friend en Facebook y ella lee lo mío.

Soy puertorriqueño de la isla, ella es puertorriqueña continental, sin embargo, estas circunstancias--que no son más que eso, circunstancias--no han evitado un intercambio. No soy evangelista de los nuevos medios, pero, el siglo XXI promete una relación más saludable con la diáspora. Internet ha facilitado esto. Y esta reseña es producto de ello.

Recibí por e-Mail el poemario Love When You Say Love (Editorial Trance, 2014). Cuenta con 77 páginas. Hay haikus; versos libres; people watching; latientes slices of life; omphaloskepsis citadina; love; struggle--of the sisyphic kind; mnemonic interventions; oneiric tapestries...

En sus haikus está la saliva de un beso como signo de 'amor'; también está la quietud que pide pensar 'amor'. Odilia quiere agarrar 'amor' en el gesto tangible del beso, y parecería que se quiere dejar engañar con la noción de que se puede, pero es sabia.

Lo absurdo y lo bello en la poética de LWSL también está en versos libres. En Poem 149, la autora da cuenta del amor en función de la espera y el tiempo: "I’ve oft spoke of our love / and its myriad delays— / we arrive in a new port, / eyes open and searching."

Odilia le mete el pecho al amor; knowing that, at worst, it is a beckettian enterprise...
Efemérides pálidas en el mejor de los casos. She's brave: "I am—as you are—swept up in / love’s continuum to risk exposure / and loss and perhaps an orgiastic epiphany."

A veces Odilia habla del amor como quien se refiere a una sustancia, como un pre-socrático hablando de agua: "an inert substance" con partes iguales de sujeto y objeto. Amar es ser amor y amante, como la luz es partícula & onda. Love (idea, sujeto u objeto) en LWSL es lenguaje & lengua; beso & boca; río & agua.

De lo etéreo la poeta baja al cuerpo en Poem 130: "Tu lengua en mi boca me traba la lengua." El beso, nuevamente, como signo aprehensible de amor; pero aquí 'lengua' y 'lenguaje' le acompañan. Lengua: cosa del amor; lenguaje: gesto que enhebra 'amor'.

Cuando la autora no da cuenta del amor en sus versos, pinta con palabras; intercambia joyas por migajas de pan; antropomorfiza la imprenta, entre otros artificios. Poem 127 es el poema en cuestión: "...color and sound reached and surpassed / quotidian realms to compete with dreams." La pieza es una burbuja utópica hecha con la lengua (el lenguaje) de Odilia. La podemos habitar, solamente, si caemos dentro de esa rara y cada vez más escasa categoría: la del soñador lúcido.

La mirada al contexto contemporáneo también está LWSL, en Poem 122. Aquí leí un interés por dialécticas como 'auténtico/simulacro', 'trajín/denuedo', entre otras. Estas luchas son universales. Laten en la psiquis de todos, y la poesía las ha cantado por milenios. Dicho esto, 'Amor'--el amar de Odilia--es la panacea; la autora hace del amor un conjuro: "Love is in fact an essence lacking in pretension, / with its own art and joy palpable in its rhythm."

Hablar 'amor' es c[o/a]ntar la épica de Sísifo. Amar cuando se dice amor puede ser efímero, "como niebla quemándose con la aurora" (parafraseo a Bukowski); pero Odilia escribió un libro de poesía con la palabra 'amor' en su título. Si con algo me quedo después de leer LWSL, es con la idea de que vale la pena la gesta sisífica; cantar, hablar y leer odas kafkianas al amor.

*Información, contactos, compras: aquí.



domingo, 3 de febrero de 2013

Verde que te quiero verde

Ilustración por Décartes. Vía Wikipedia
Excuse me while I light 
My corpus callosum
my synaptic cleft—;
Mis brechas sinápticas
Son prismas
Desbaratando la luz
En su espectro visible.

Los neurotransmisores
Dan cuenta de un largo de onda
—de 525 nm—;
Que excita thylakoid membranes
pockets—.

Me hecho la luz en un bolsillo.
La guardo para después...
¿Cómo se guarda
la LUX AETERNA?

Ayer vi el pensamiento de un pez:
«¡TENGO HAMBRE

El tiempo es un troleo de la luz al hombre.
A la luz hay que meterle mano con quanta.

Nada como una hoja;
A veces es de acero,
también de celulosa.

viernes, 28 de diciembre de 2012

#TeamJung

Estoy escuchando Bastards (2012); me llegó el Líber Novus hace una semana; y me dio con hacer un dibujo:


Se lo texteo a mi primo (@fernguzman):

Yo: "Lo acabo de hacer. Es un mándala. Estoy leyendo a Jung." 

Yo: "Dame tu opinión." 

Yo: "...cuando puedas, claro." 

Fernando: "¿Qué es “mándala”?" 

Yo: "Es bien difícil de explicarlo. Creo que tiene que ver con el budismo." 

Yo: "No es del oeste—la “civilización” que heredamos de los BB (Baby Boomers)." 

Yo: "Mira el dibujo. ¿Qué te parece?" 

Fernando: "¿Qué representa el este?" 

Yo: "Fajardo, Portugal, Grecia, Irán, India, Tíbet, Mongolia, Tuva, China, Vietnam, Koreas, Japón, etc. Asia." 

Yo: "¿Qué piensas de el dibujo?" 

Fernando: "Creo que entendí, compara entre personas." 

Fernando: "¿Representa los campesinos con vida dogmática e incestual?" 

Yo: "¿Campesinos de una provincia bien pequeña (insular)?" 

Fernando: "Me perdí. Apoyo visual..." 



Yo: "Nice." 

Fernando: "Mándala = recoveco metafísico." 

Yo: "Estoy de acuerdo." 

Fernando: "El dibujo está nice." 

martes, 8 de noviembre de 2011

Reseña: Mutual Core {Biophilia | Björk | 2011}

Tomada de la animación del app-song Mutual Core (Biophilia | 2011)
Si usted ha leído mi blog en los últimos dos o tres meses, se habrá dado cuenta de que soy un fanboy de Björk. I'm humbled — this lady kicks ass. Biophilia hasta ahora ha tenido una recepción bastante limitada; pero es difícil ignorar que esta gestión es una cosa seria. Se va por encima con cada canción—usando más o menos las mismas herramientas, pero tuiqueándolas hasta tener resultados como 'Mutual Core', 'Moon' o 'Crystalline'. La artista da los ingredientes para crear una Biophilia personal, algo que solamente es posible con la peligrosa plasticidad del capitalismo. Apple, indudablemente, ha tenido que ver con Biophilia . Dicho ésto, el vínculo entre tecnología y sociedad es imposible de ignorar cuando se habla de este proyecto.

La relación que se puede tener con el arte de Björk es conflictiva, telúrica. No es fácil entrarle a su trabajo, pero una vez me decidí por comprar otro app-song—en este caso 'Mutual Core'—no me arrepentí. Confieso que estaba molesto por que ya había comprado tres; ahora los venden todos por $9.99. También compré el disco. Ambas canciones son casi iguales—tanto en el álbum como en el app-song (la animación). Las diferencias entre ambas hacen de 'Mutual Core' una experiencia típica de la constelación de piezas que es Biophilia: compleja, enriquecedora y, a veces, no lo niego, overwhelming. Como dije antes, Björk no es fácil, no pide perdón por ello—siempre va a a ser una punka obsesionada con los fundamentos del pop. She's Hypatia's favorite avatar.

Con 'Mutual Core' puedes bailar, su versión álbum lo permite. La parte más dinámica de esta versión—la que remite a las erupciones volcánicas—te hace odiar al doctor de Michael Jackson; gracias a él, nunca veremos a MJ bailando 'Mutual Core'. Los órganos, el rugido de la percusión, que se puede entender como las placas tectónicas moviéndose, evocan imágenes de volcanes, erupción, violencia, en fin, es una canción de amor. Las relaciones humanas siempre han sido complejas. A nadie le resulta fácil definir el significado de la palabra amor, pero es una experiencia universal tratar de describirle. Los movimientos telúricos le han dado forma a la superficie de nuestro planeta por eones, por lo tanto, no sorprende que Björk los use como metáfora en 'Mutual Core'. En otras palabras, el impacto, el subsumir, la destrucción y el movimiento—todos representados en algún momento durante la canción, ya sea de forma textual o sonora—cuentan una historia de amor, la historia de amor de la intérprete con su país:

"While the song's themes are universal, the lyrics indicate a specific, auobiographically significant geographical region: the boundary of the North American and Eurasian tectonic plates, on which sits Björk's birthplace—Iceland."
Ver 'Mutual Core' en las animaciones del app-song, es leerla de una forma alternativa. Hay líneas memorables, entretejidas con un bello contenido audiovisual. Éstas saltan a la vista mientras escuchas "I shuffle around the tectonic plates in my chest." Sientes algo en el pecho cuando oyes esta canción, no sorprende que parezca un himno:
"This "plagal" cadence (a movement from chord iv to chord i) is commonly found in european hymns, so if you are acquianted with hymns you might also hear this song as having a prayer-like character, prompted also by the sound of the pipe organ - an instrument used to play hymns."
De hecho, vía la animación se puede experimentar 'Mutual Core' desde otra perspectiva: sentado en el sofá, en esta versión no puedo bailar; así es más fácil apreciar lo romántico (ineludible trama en Biophilia). Es una de las canciones más románticas que he escuchado; y, vista en el contexto de Virus, la haría aún más interesante. El tiempo y el movimiento se dejan sentir en líneas como "As fast as your fingernails grow, the Atlantic Ridge drifts." El tejido sonoro que se sugiere en 'Mutual Core', sirve para cerrar la brecha que pueda dejar el movimiento en función del tiempo. Estar separado de personas y de lugares—la diáspora—, siempre será uno de los más potentes afrodisiacos. Es algo muy autobiográfico en la canción, pero sin duda también es un dato (la diáspora) bastante común en la experiencia humana. Para mantener el vínculo, evitar su dilución, siempre se ha necesitado esfuerzo: "Can you hear the efforts of the magnetic strife?"; una pregunta que me parece sensible, y más aún cuando me invita a usar el oído. La lucha magnética se libera en el punto de encuentro—otra exquisita imagen que remite al título de la pieza. También es explorada, con resultados mixtos, en el juego del app-song.

La tercera canción dentro del compartimiento de discursos que es 'Mutual Core'*—una unidad de Biophilia—se encuentra en el score. También animada, esta versión me resulta interesantísima, compleja, mística...en fin, me gustaría aprender a leer música para entender mejor. Por el momento me tengo que conformar con el argumento de Nikki Dibben: "For example, the change on the words 'mutual core' involves a movement from a chord of a flat minor to e flat major. In other words, this involves a change from a chord built on the fourth degree of the scale to one built in the first degree of the scale. You can see these chords notated in the scrolling music score."

Una vez más Biophilia vuelve a ocupar un lugar protagónico en mis geekerías. 'Mutual Core' es un testimonio autobiográfico del compromiso que tiene Björk con la actualidad de su país. Al mismo tiempo, y de forma magistral, la música toca fibras universales; pues todos estamos en esta enorme piedra que da vueltas...lo menos que podemos hacer es tratar de encontrar armonía en nuestra experiencia; el amor es el mejor vehículo para ello.
_____________________________________________________________
Notas:
*Biophilia se puede leer como una antología de piezas que dialogan entre sí...como un portmanteau de aplicaciones.
**Todas las citas en bloque, referentes a 'Mutual Core', son tomadas de los textos que forman parte del app-song. La autora de éstos es la Dra. Niccola Dibben

martes, 8 de marzo de 2011

Reseña: {Madeo | Bong Joon-ho | 2009}


Hace unos meses alquilé Madeo (Bong Joon-ho, 2009). Es una historia de amor poco convencional. El amor desprovisto del contenido sacarino que esperamos de las madres, ya sea en la televisión o en el cine. La película se quedó en mi psiquis, dando golpes, revoloteando. La primera y la última escena de la película encierran una producción poderosa, capaz de arrancar risas y llantos. Es la historia de una madre, dispuesta a hacer lo que sea por su hijo 'especial'. Es un thriller salpicado de humor negro, y magistralmente actuado por Kim Hye-ja - ícono de la televisión coreana. Para muchos, es la madre de toda una generación, incluyendo la del director. Para el que se interese en la fuente primaria del texto en cuestión, considero importante hacer mención a Hitchcock y al maestro Imamura, influencias refrescantes y muy bien manejadas.

Decidí alquilar la película nuevamente para pedirle cuentas y dialogar con muchos aspectos del contenido, que para mi representan una madre: sacrificada, errada, protectora, valiente, terrible, fuerte, débil e inteligente. La madre en esta película dispone de cada uno de los adjetivos antes mencionados, pero hay dos factores afectivos que constituyen el auriga de los antes mencionados: la culpa y la desesperación.

La culpa y la desesperación han hecho de Madeo (madre en coreano) una película digna de estremecer nuestras más recónditas memorias maternales. Dicho esto, puede ser categorizada como 'pesada'. Estrategia trillada y usada por muchos, al momento de encontrarse con manifestaciones artísticas que develan lo visceral, lo crudo. Categorizar esta película como pesada es ignorar el poder de su humor, y las actuaciones de Kim Hye-ja, que en nada tienen que envidiarle a las de Meryl Streep en Sophie's Choice, o a las de Ellen Burstyn en Requiem for a Dream. También sería ignorar el trabajo de Bong Joon-ho, una labor de respeto y consideración por una mujer que cosidera su héroe.


En Madeo no tenemos a Gladys Rodríguez en Los García, tenemos una madre soltera, chanchullera, y criando a un hijo con serios problemas cognitivos. El director no tiene intención alguna en hacer de la relación madre-hijo convencional y 'bonita'. El filme es un thriller con sensibilidades detectivescas. El humor negro se inserta en varios momentos claves para luego ser aniquilados e irrumpidos por eventos que te hacen sentir el sufrimiento de la madre. Es por esto que el filme oscila varias veces entre humor y tragedia. No es fácil estar sometido a dicha oscilación, pero un buen director me puede convencer a dejarme llevar, tomar la oscilación como una constante generación de catarsis psicoanalíticas, las cuales pueden ser favorables para cualquiera que tenga mommy issues. Joon me hace contemplar al cine y al psicoanálisis como dos caras de una misma moneda terapéutica.*



La película abre con una exquisita escena de la Madre bailando, al ritmo de una bella música. Sus movimientos son los de una mujer que ama, pero que también sufre. Las imágenes y la música son hipnóticas. Después de la introducción al filme, te das cuenta de que la película es potencialmente refrescante, claro esta, también esperas elementos afines a Host y Memories of Murder.

El matiz detectivesco de hace posible que el tiempo también sea un personaje fundamental. El director juega con las perspectivas temporales y mantiene dicho juego en remojo, desvelando la arquitectutra temporal en su justo momento. Las perspectivas no presentes en el primer recuento de los eventos, sugieren un texto complejo, hilvanado a partir de diversas perspectivas, (ej. la del hijo, la del vagabundo, la niña del celular etc.)

Los aparentes vacíos en la narrativa adquieren una hábil resolución. Resolución en la cual el hijo, víctima ignota de las decisiones de su madre, es parte fundamental en el desenlace catártico de la película. Después de toda una desgarradora historia de sacrificio, la madre encuentra su descanso, su desenlace. Un final que nunca estuvo despegado del principio de la película. Con este trabajo, mas allá de reflexionar sobre lo que es una madre, podemos contemplar qué es el amor, a la luz de lo que es moralmente correcto, para preservar dicho amor. ¿Es este amor, que se intenta preservar, producto de consideraciones 'genuinas'? ¿Qué hace que el amor de madre sea genuino? ¿Realmente el amor siempre tiene que estar en función de lo que es moral o bello?

Y finalmente, la pregunta más importante de todas, a raíz de la película del director coreano; ¿qué es una madre?


Notas: 
Para abundar más sobre el tema del psicoanálisis y el cine, recomiendo la lectura de Slavoj Žižek

Publicado el 11 de marzo en el blog Qiibo: Mother: Una historia de amor poco convencional.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Ego/Eco (II):

A diario se daba un peregrinar desde Ciencias Naturales hasta Sociales con el único fin de jugar con miradas y risas. En Sociales aprendí el significado de la palabra 'flirtear'. No podía esperar a sentarme al lado de una muchacha a la cual quería devorar. En Sociales aprendí que se puede volar con los pies en tierra y que (de forma paradójica) el aire puede faltar, y aun así, sentirte más vivo que nunca. En Sociales aprendí que los ojos de una mujer pueden ser íntimo hogar y vasto universo. En Sociales me enamoré de la que hoy es mi esposa mientras morían 3,000 personas en la ciudad de Nueva York.

Los eventos del nuevo milenio develaron el resplandor de un hecho que hasta el momento era ignoto: la simetría del razonamiento lógico matemático no satisface mi sed académica. La pataleta académica de Humacao empieza a adquirir más justificación en una impetuosa gestión autodidacta. Estaba sediento de literatura, filosofía y arte sin saberlo. Me puse a leer. Me prometí conocer y aprender todo lo más que pueda de lo que había ignorado por tanto tiempo.

El origen del incompleto hombre que soy hoy, y la muerte del adolescente dormido que fui ayer, se encuentran en el 'slide show' onírico titulado 2001.

Mi condición gastrointestinal crónica retrasó mi gestión académica significativamente. Sin embargo, es deshonesto atribuir mis siete años de bachillerato a mi condición fisiológica, pues no estaba del todo apasionado con la pedagogía. Todavía estaba envenenado de esnobismo académico. La errónea concepción del magisterio persistió durante todo el bachillerato en Río Piedras, y honestamente, aún persisten vestigios mientras escribo estas palabras.

El maestro es el profesional más marginado de Puerto Rico. No resulta sorprendente el hecho de que los maestros y estudiantes de pedagogía menosprecien su propia carrera. Ya sea por un desprestigio auto infligido, o por una marginación de parte del estado o la empresa privada; el maestro es un 'baby sitter' glorificado. Esta patológica concepción, en combinación con una patología somática, retrasó mi progreso académico.

Mientras se desataban las mencionadas batallas (académicas e inmunológicas) cada día que pasaba era un paso mas en el 'perímetro de la amistad' con la vestal del Yunque. Una vez se cruza este perímetro, salir de una singularidad cosmológica (hoyo negro) resulta relativamente fácil.

La vestal y musa contenida en una sola persona, dentro de poco tiempo brincaría el charco. Un programa de intercambio académico por un semestre, y un italiano de Torino me arrebatan la primera mujer de la que me enamore. En retrospectiva, fue lo mejor que pudo haber pasado, pues pude salir del perímetro de la amistad. Mientras más se acercaba la fecha del viaje de intercambio a España, más se alejaba la bonita amistad y más se acercaba una ansiosa incertidumbre, necesaria para escapar de la terrible condición de amigo.

El semestre en España hizo posible todo tipo de especulaciones sobre la posibilidad de una relación pos intercambio y pos italiano. ¿Será posible que se acuerde de mí? ¿Se quedará en España? ¿Se quedará en Italia? Incertidumbre, desasosiego y ataques de cuernos eran totalmente cotidianos, por lo tanto, tuve que disponer del Internet como medio para tratar de sosegar la ansiedad. Era imperativo calmar el ataque de cuernos. Le tenía celos a un hombre y a un continente. Un e-mail, del cual no hay copia, llegó al ‘inbox’ de la que se fue. Lo que nunca salió de mi garganta se dijo de forma digitalizada.

Termina el semestre en la iupi y en Toledo. Su regreso a la isla marca la continuación del 'flirteo' que empezó en Sociales, pero empezaba a transmutarse a un intenso 'foreplay'. La relación toma un nuevo giro y se hizo evidente el poder que tiene la palabra escrita cuando se hace de forma honesta. Sin embargo, el italiano llegaría a Puerto Rico. Aún acechaba la posibilidad de perderla. Los celos aún tenían casa. No me era posible desterrarlos...

Llega el simpático europeo a Puerto Rico y no pude encontrar motivos para odiarle. Desafortunadamente era una buena persona. Aun así, la visita (afortunadamente para mi celoso y caprichoso ser) no incidió en un fortalecimiento de la relación. Es probable que el italiano haya percibido la hipnosis a la cual me encontraba sometido, o simplemente, el interés por mantener la relación a larga distancia desapareció.

Ahora se supone que narre como las circunstancias tomaron un giro a mi favor. Estoy supuesto a indicar como el macho, de forma activa y oportunista, seduce a su objetivo. Sin embargo, el macho que 'echa maíz' siempre estuvo en una posición fetal en mi caso. Mi arquitectura fisiológica, afectiva y emotiva dista mucho del macho alpha. No repudio esta condición, pues la heredo del jibarito de Jayuya, cuya fortaleza no tiene que ver nada con el macho y si le debe todo a su condición de hombre.

Indudablemente, la desaparición del italiano se traduce en una ventaja. Sin embargo, el evento que de forma definitiva hace de la relación con la vestal un noviazgo fue un accidente.

Hoy estos afortunados accidentes hacen de Malachi Constant, en Sirens of Titan, un colega.

El accidente fue de carro. La primera vez que vi la cara de la muerte. Nunca hubiese imaginado que la cara de la muerte era una parrilla de un BMW M5 del 2003, el caro, con todas las pendejases estéticas e innecesarias que el dinero de una privilegiada dentista de Caguas pudiera comprar.

Después del choque, sentí por primera vez el fuerte impacto de una depresión pos traumática que me motivó a dejar de motivarme. Me sedujo 'el enganchar los guantes'. Contemplé la posibilidad de 'dropearme' y dejarme podrir en mi cuarto en Trujillo Alto. Mi apreciación catastrófica del accidente y mi visceral reacción me ganaron una cita con la vestal. Un e-mail y un accidente de carro eran los elementos necesarios para originar el clímax de nuestro flirteo/foreplay de dos años.

La relación continuó como mismo empezó. El sentido de bienestar en Sociales se transfirió al resto de mi día. Visité por primera vez la subtropical morada de la vestal. Me fue inevitable enamorarme de su familia. Sin embargo, el malestar físico y el dolor eran condiciones con las que tenía que vivir gran parte del día. El bombardeo inmunológico inflamó irremediablemente siete pulgadas de intestino que debieron ser quirúrgicamente removidas. Me hubiese parecido posible la mano de mi novia como remedio, pero la única magia que podía remediar el violento retorcer intestinal era la de un escalpelo.

Pude cargar con el peso de la incertidumbre y el miedo gracias al amor y al arte. En los tres años previos a la intervención quirúrgica seguí leyendo. Mi concepción del absurdo encontró una catarsis en el existencialismo de Camus. La condena de Sísifo, según Camus, fue el evangelio al cual me adherí durante y después de la cirugía. Creo que nunca salió de mi ego la incertidumbre y el miedo, pero pude percibir que esas eran las condiciones con las que tenía que seguir subiendo la montaña. No será fácil, pero puedo contar con que voy a tener ayuda al momento de subir la piedra de la incertidumbre y el absurdo. Conmigo va a estar subiendo la piedra una mujer que se atrevió a hacer de mi carga la suya.

El combustible de las tragedias griegas, según Kierkegaard, es la Soledad. Mi vida (clásicamente hablando) no es una tragedia.

Me casé en el 2008. Tengo un hogar. Me encuentro rodeado de una actualidad caribeña que sólo Kafka pudiera describir. Estoy consiente de una absurda existencia pero aún persiste la poesía. Aún persiste la música, pues mis padres me la enseñaron. Cuando creí posible que la música se puede olvidar, se cruza por mi camino una Musa.

El eco de una canción llamada belleza aún reverbera. Quisiera poder agarrar el aire.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Ego/Eco (I):

"I am a little boy. Soy un niño pequeño."

Thus spoke the puerto rican
toddler to the american tourist
couple at Luquillo Beach, P.R. (ca. 1984).


Mis padres, ambos "baby boomers", son boricuas de clase trabajadora. Mi padre, hijo de un agricultor jayuyano, impresiona y conmueve a mi madre. Mi madre hija de una enfermera ponceña y de un juez de Aguadilla, libera a mi padre del patológico provincialismo rural de la montaña.

A los 21 años de edad, cruzan caminos en una agencia del gobierno. Tres meses después se casan. Eran los setenta, y a los 22 años de edad compran una casa en Trujillo Alto. Se rescatan mutuamente de la incertidumbre existencial que provoca su época.

Mis padres experimentaron genuina pobreza en su niñez, y valientemente lucharon por mantenerla fuera de su hogar. Aún no termina su lucha. La pobreza nunca cruzó las puertas de mi hogar, pero los erector pili de mi nuca sintieron su aliento. Inevitable y desesperante condición para la clase que emerge a partir de la deuda y la esclavitud financiera.

Para ellos, el retiro y el ocio septuagenario no se contemplan como alternativa. Pero mucho menos viable es la alternativa de dejar de luchar. No me sorprende el hecho de que sean mis súper héroes/mártires. No me sorprende el hecho de que para mí resulte más comprensible el sacrificio y el amor de mi hogar que el sacrificio del Gólgota. El amor de mis padres es más tangible y real que el amor de un dios hecho hombre en la Tierra. El amor de mis padres me motiva a tener una paradójica fe en mi concepción secular y agnóstica (a veces atea).

No eran necesarias las historias de Sansón y Dalila. La hipérbole bíblica de la multiplicación de los panes era un hecho normativo y cotidiano en mi casa. El pavor religioso fue reemplazado por una interpretación que ellos le dieron al martirio del nuevo testamento. Era suficiente con una concepción del sacrificio, poéticamente diseñada, a partir de sus realidades.

Llevo como un tótem los cojones metafóricos de mis padres. Llevo como un dharma el amor que solo puede salir de un hogar. El facsímil de rebeldía pubescente evitó reconocer el hecho que para el adulto, consiente del inminente pasar del tiempo, se hace deslumbrante. Me sentí amado y quiero reciprocar mi sentir.

Siete años de matrimonio entre el humilde jibarito y la vivaracha hippie. Siete años sin hijos. La reproducción hace treinta años era una gestión mucho más romántica y noble que en la actualidad; por lo tanto, la visita al urólogo era inminente. Existe la posibilidad de que mi origen biológico sea a partir de una elección entre 'boxers' o 'briefs'. Un cambio térmico, gracias a un cambio de calzoncillos, aumentó la taza de fertilidad de mi padre. También existe la certidumbre de que existo gracias al alquímico deseo que persistió por buena parte de la década de los setenta. Mis padres querían ser padres.

Mi educación elemental, intermedia y secundaria se dio en un colegio católico de Guaynabo City; ciudad que se manifiesta como el cénit del éxito. En ese periodo, Roselló navegó los mangles boricuas con su kayak; disfrazado de Pedro Navajas, The Box pasaba vídeos de 2 Live Crew y se derramaban torrentes de semen pre pubescente. Me enamoré de las ciencias naturales. Me enamoré del mar. Me enamoré de la música. Me 'enchulé' de la idea de estar 'enchula ‘o' lo suficiente como para evitar la vergonzosa condición de llegar al prom sin pareja...

Con un priapismo existencial a partir del complejo napoleónico escolar, comienza la universidad. Adolescente y fálico, quise penetrar una realidad alternativa. Empezó el coqueteo con el 'counter-culture'. Quise construir una rebeldía, adhiriéndome a otras ideologías. El marxismo fue lo más que se pareció a mi realidad doméstica, por lo tanto, fue la adhesión ideológica más natural. Marx me recuerda al Cristo que mis padres me recitaron. Marx suena a música cuando eres de clase media baja y estuviste rodeado de frivolidad y fetiche materialista, producto del entorno dado por un colegio católico de Guaynabo.

En la universidad, tuve mi primera pataleta con las ciencias naturales, pues me di de baja de pre-calculo II (tres veces). Pero me porte bien con las Biologías, particularmente con la Organismal Animal. Los cnidarios (corales) y los mangles (particularmente Rhizophora) me dieron una bellaquera cabrona, siempre amé el mar. Mi sed académica era fundamentalmente positivista, pero ya el síntoma del repudio al razonamiento lógico matemático era perceptible.

El Búho, Bob Marley (ya el reggaetón era un chiste) punk de los setenta, rock clásico, hospedajes, Napster, Matrix (Wachowski, 1999), Zelda 64: The Ocarina of Time (Miyamoto, 1998), el primer 'polvo', el primer 'arrebato', la primera 'borrachera'... Del CUH y de mis primeros años universitarios, me llevo estas memorias.

La rabieta con el razonamiento lógico matemático llego a un clímax en mi tercer año universitario en Humacao. También se empieza a develar un maldito bombardeo inmunológico a mi sistema gastrointestinal que tiene su origen en un críptico ensamblaje genético. Empiezo a contemplar la posibilidad de que la realidad objetiva sea a partir de accidentes cosmológicos, que inciden también en el cosmos intracelular.

Una nueva oscilación existencial me trae a la iupi. Ya el priapismo esta mas aliviado, pero aun persiste. Llego con una dosis de incertidumbre representada por preguntas como: ¿qué voy a hacer?, ¿quién soy yo? Estas preguntas encontraron respuestas en nuevas condiciones que nunca había experimentado. Reconocí que lo que tenía que hacer era amar y tratar de ser amado por una vestal del Yunque.

La poesía involuntaria de un vaivén de caderas y el terrible colapso de las Torres Gemelas fueron mi bienvenida a la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras. La imagen de personas saltando al vacío desde un piso 75, y los ojos de la que yo quería que fuera mi novia, fueron los mementos más impactantes. El comienzo del resto de mi vida era inevitable.

Me enamoré por primera vez de una mujer, y por primera vez me di cuenta de que el absurdo no se limita a mi experiencia. El absurdo de la existencia era todavía más dramático para las personas que murieron el 11 de septiembre del 2001. Los milenios siempre se inauguran con el verter de sangre….

miércoles, 25 de agosto de 2010

Reseña: {Alamar | González-Rubio | 2009}

La Coorporación de Cine de Puerto Rico, en conjunto con El Museo de Arte de Contemporáneo, presenta una serie de películas - artísticas, independientes e internacionales -  libres de costo. Se exhiben películas diferentes dos veces al mes, los miércoles y jueves. Los filmes del mes se presentan en la sala de proyección del MAC, miércoles a las 7:00 pm, y jueves en Ballajá, a las 9:00 pm. Ya sea por auto-exclusión misantrópica, por el aparente hermetismo de una colectividad burguesa y contemporánea, o por mi condición de pseudo burgués de clase media baja, me mantengo al margen de actividades como estas. Sea cual fuera la razón, me perdí las películas anteriores. Llegué tarde a la fiesta de masturbación de ego que es fácilmente perceptible en Fine Arts Café, La Respuesta, o en las calles de Williamsburg, NYC. El MAC estaba lleno de 'jipstels' (acuñada por @Arturo_Ulises).

Un miércoles me levanté de la cama y decidí que era un buen día para caminar desde la Calle Fuerte en Santurce, hasta el Cementerio María Magdalena de Pazzis en el Viejo San Juan. De camino por la Ponce de León recuerdo el meme 'café de Jayuya cerca del Museo'. Gracias a mi padre, cualquier oración que tenga a Jayuya como una de sus palabras me obliga a recordarle musicalmente. Por lo tanto, decido entrar al establecimiento, ya que también empiezo a apreciar el epicúreo placer de tomar una tacita de café - le debo mi nueva apreciación, o potencial vicio, a mi esposa. Con una taza de café, un sándwich, una botella de agua, 35 páginas leídas de un libro y el iPod en ‘shuffle’, me tiro el viaje hasta el cementerio.**

 Justo al lado de la puerta de salida del jayuyano establecimiento, vi  la imagen de una película cuya reseña leí hace cuatro meses en una revista, de esas que se venden en enormes librerías con los mismos valores neoliberales de Wal-Mart. Después de leer la reseña, me era imposible ignorar el hecho de que existe esta película y no la he visto. La fotografía estaba plasmada en un 'flyer', anunciando la exhibición de Alamar (González-Rubio, 2009) en la sala de proyección del vecino museo a las 7:00 pm del mismo día:


"A sort of Mayan-mystic Peter Pan, Jorge descends on civilization to take his darling boy away for a spring in a coastal Never Land...". (Nayman, 2010)

Mi cinefilia cafeinada me obliga a llamar a mi cafeinómana esposa para decirle que hoy miércoles, a las 7:00 p.m., vamos a ver Alamar. Parecería alquímico el café jayuyano que me tomé, pues esa misma noche González-Rubio, con su liricismo documental, me recitaría la más bella poesía que he visto sobre el amor entre un padre y un hijo.

La cámara logró captar de forma documental y poética la belleza de la comunicación humana con humanos y con la naturaleza. Después de Antichrist (Lars von Trier, 2009) se recibe con mucho gusto esta afable lectura alternativa de la naturaleza como personaje fílmico, un antídoto a la violenta misandria de von Trier.
Banco Chinchorro, reserva natural mexicana y con un valor ecológico incalculable, se presenta como la antítesis geográfica del hogar de Natan Machado Palombini (el hijo), ya que vive con Roberta Palombini (madre) en Roma. González-Rubio deja claro, en la introducción a la película, el estatus de la relación entre Jorge Machado (padre) y Roberta: una pareja separada, pero no escindida totalmente.

El vínculo es Natan, quien también dialoga con el niño que fuimos. Ello es posible gracias a la faceta documental/etnográfica de la película. Se captura lo que en apariencia es una laxa naturalidad. Detalles y eventos del diario vivir de la comunidad de Chinchorro (hogar del padre), se entretejen con el discurso paternal de la película, con una fluidez que solo es posible con la sensibilidad naturalista de un director que también filmó Toro Negro (2005).

La cámara captura a Jorge, natural historiador natural, padre y maestro. Un niño de cinco años rodeado de una metrópolis europea con su madre, ahora se encuentra rodeado de mar con su padre. No se requiere mucho esfuerzo empático para apreciar el entorno como mágico. Tampoco se requiere demasiada profundidad de lectura para entender que esta misma magia se quiere transmitir al espectador.
Para Natan, su padre era un súper héroe y Chinchorro un lejano planeta. El niño, sujeto de sus entornos y la cámara, se percibe como el medio por el cual nuestra subjetividad se identifica con la poesía fílmica de Alamar. La inmanencia del discurso del amor en la película es evidente para cualquier persona que sea hijo o padre. Se ve el papá que regaña, enseña y el papá que juega y sustenta.

Jorge Machado y Chinchorro, mi padre y Jayuya, Natan y Yo...
Alamar es un consolador recordatorio de que la experiencia de un buen padre puede ser universal.

Nota:
* El viaje al cementerio no se relata aquí, pero tuvo como resultado este post.

Referencia:
Nayman, A. (2010, primavera). Surfing on the wave of reality. Cinemascope, p. 7

jueves, 29 de julio de 2010

Da-sein (Autismo, sort of.......)

Todavía me falta para retirarme.

El otro existe. Aún hay que creer. Aún creo en el Amor.

La jodía híper realidad. Malditos sean los eufemismos ideológicos y las mentiras sociológicas.

La subjetividad no debe sugerirse como teología. Las fucking ideologías………

La intersubjetividad plena no debe ser teleología.

¿Por qué reírse de Diógenes? ¿Por qué hacerle caso a las ideologías? ¿Por qué reírse del señor Pignon? ¿Quién se atreve a burlarse de la risa?

¿Por qué negar que sea importante retirar la mirada al mundo ético y acercarla al mundo estético (o viceversa)?

Decir que el materialismo dialéctico es una mierda. Que Hegel era un pendejo. Que Kant un 'edificio'. Afirmar que la cueva de Platón es un “chinchorro glorificado” en la Loíza.

Despojar a Baudelaire de su fractal estética. Decir que Sartre se equivocó. Afirmar que Nietzsche tiene razón.

Negar la metafísica de la presencia. Quitarle la poiēsis a la poesía. Arrancar la technē de la ciencia.

Retirarse. Retirar la mirada al mundo temporal espacial tangible.

“¿Qué puñeta significa Symparanekromenoi?” – Miguel Adrover Lausell

Autismo (Da-sein, sort of...........)

“¿Qué puñeta significa Symparanekromenoi?” – Miguel Adrover Lausell

Retirarse. Retirar la mirada al mundo temporal espacial tangible.

Negar la metafísica de la presencia. Quitarle la poiēsis a la poesía. Arrancar la technē de la ciencia.

Despojar a Baudelaire de su fractal estética. Decir que Sartre se equivocó. Afirmar que Nietzsche tiene razón.

Decir que el materialismo dialéctico es una mierda. Que Hegel era un pendejo. Que Kant un 'edificio'. Afirmar que la cueva de Platón es un “chinchorro glorificado” en la Loíza.

¿Por qué negar que sea importante retirar la mirada al mundo tangible y acercarla al mundo de las ideas?

¿Por qué reírse de Diógenes? ¿Por qué hacerle caso a las ideologías? ¿Por qué reírse del señor Pignon? ¿Quién se atreve a burlarse de la risa?

Esta negación es eufemismo de ignorancia. La intersubjetividad plena no debe ser teleología.

La subjetividad no debe sugerirse como teología. Las fucking ideologías………

La jodía híper realidad. Malditos sean los eufemismos ideológicos y las mentiras sociológicas.

El otro existe. Aún hay que creer. Aún creo en el Amor.

Todavía me falta para retirarme.

sábado, 17 de julio de 2010

Αγάπη

¿Qué es esto? ¿Qué es toda esta mierda que me rodea?

Estas fueron y son las preguntas universales que me hice ayer, niño, de forma ignota. Me las hago hoy, adulto, más ignorante aún.

¡¿Soy el "único"?! ¡¿Estoy "solo"?!...

Estas condiciones fueron mis ansiosas incógnitas...

Soy un fucking ser humano. Hoy me siento y me pienso. Mi humanidad se hace poéticamente inmanente.

Amo. Soy un romántico de mierda en la primera década del S. XXI. Una patológica y fatal condición, pues aunque amo; todavía no se qué carajo es toda esta mierda.

Me quedo sin entender por que soy una mierda rodeado de tanta mierda.

¿Será que todo esto es mierda?

¡Pero soy un romántico cojonú, PUÑETA!
No por que amo a la humanidad; pues mi romanticismo es muy fatal para considerar el Amor como una ideología colectiva.

Ya el cristianismo ha fracasado atrozmente al emborracharse con la sangre de su propia Iglesia, su pueblo. Es irónico pues el último mártir debió haber sido "Cristo". Ignoraron por completo al carpintero de Judea.

Existe la idea del amor en el cristianismo, pero la considero erosionada en el mejor de los casos. Con el actual Vaticano la considero obscena. En la Edad Media odiaban creyendo que amaban.

Me gusta más la idea que tengo yo (aunque siga teniendo residuos judeocristianos). Me resulta mejor pensar, sentir y experimentar mi propia idea del amor que tiene como influencia directa la voz de mi madre.

Como dije anteriormente, mi condición de soledad era una ansiosa incógnita. Mi apreciación del amor me hizo posible mirar a los ojos de la que hoy llamo mi esposa. No estoy solo, no soy el único. El sublime númen de los ojos de Carla es respuesta a la incógnita y sosiego a la ansiedad.

La certidumbre del amor me hace posible reír y escribir pseudocuasipensamientos sobre las incertidumbres de la existencia.

Pseudocuasipienso por que amo. Amo por que me amaron. Este monstruoso y cursi ejercicio lógico hace posible que usted lea lo que aquí se escribe.

Se que estoy vivo; amo. Se que me voy a morir; habré amado.

Este poético axioma, en este mundo de mierda, es Consuelo (el nombre de mi abuela, la que amó a mi madre).

sábado, 10 de julio de 2010

Otra más para el Lyric Love Letter (II)



"Lo bello, el estilo no radican en una sola forma sino en la armonía de la forma dispuesta para alcanzar un resultado" C. Baudelaire

Amor. El ser orgánico consciente de su subjetividad, aun no puede desenredar de la urdimbre lingüística tan numinoso nudo.

La música sigue siendo la voz que sale de las gargantas de la musas.



La poesía sigue siendo es el esquema arquitectónico y estructural que hace posible la morfología de una bóveda clásica que se suspende sobre un plano. Los datos sensoriales emitidos por la creación poética (bóveda clásica) confirman que la poesía media entre la belleza y el arte. Cuando se da esta mediación surge la virtud estética par excellance: la armonía.



Existen dos perspectivas en el argumento anterior que son necesitadas de descripción. Las perspectivas pueden ser cenitales (te estoy mirando)
o desde el plano (me estas mirando).

Son perspectivas que pueden aparentar ser infinitamente paralelas pero nuestra intersubjetividad agencia una intersección. El punto de encuentro entre ambas perspectivas es el origen de un orgasmo intersubjetivo.



Las dos percepciones pueden oscilar de forma dialéctico hegelianas. Surge un intercambio de bienes que ineludiblemente se transmutan a fetiches en la economía matrimonial.



La diplomacia es fundamental para sostener la aparente y artificial simetría en las transacciones intersubjetivas conocidas como matrimonio. El reclamo de individualidad y el rechazo a la autoridad por ambas partes es el combustible necesario para generar la íntima conmensurabilidad que deja ser artificial en el momento en que siento tus labios y miro tus ojos.



Te amo con toda mi subjetividad, con toda racionalidad e irracionalidad. Te amo como a un perro le gusta ladrar. Te amo como a Sócrates le gustaba pensar.
Mi teleología existencial coquetea con la metafísica cuando me doy cuenta de que soy tu esposo.



Estoy casado con una Reina numinosa que me guía con su simple ser que emite datos sensoriales conocidos como luz. Eres la hija de Minerva y Helios. Eres episteme y poiesis. Divinidad luminosa y sabia, paradójicamente atea pues tu perspectiva cenital te hace conmovedoramente ignorante a tu condición de numen. Eres sabia por que no lo sabes, brillas por que te es imposible ver tu propia luz.

viernes, 30 de abril de 2010

Poiēsis y Technē (sculpted).

La sonata No. 14 de Beethoven es música en todo el sentido
kierkegaardiano que pueda ser comprensible por mi (en ocasiones,
sedienta, y harta) razón, pues aun no me he dado a la tarea de
apreciar el Don Giovanni de Mozart. Es a causa de mi percepción
sensorial auditiva en combinación con circunstancias afectivas, que se
derraman estas letras ingenuas y ansiosas. Mis ansiedades deben estar
satisfechas.

¿Cómo es eso posible? ¿Quién/qué las satisface? ¿Conocimiento?
¿Narcisismo? ¿Moral? ¿Amor? El amor satisface provisionalmente mis
ansiedades.

La poesía satisface mi musa. La sistematización y el espectro de
simetría y orden que ha develado el razonamiento lógico matemático
asechan mi musa (cual depredador de alto orden taxonómico necesita de una presa
con desventajas en su arquitectura neurológica, pero con mucha gracia
cinética y benevolencia conmovedora).

El arte satisface lo que la ciencia devora. El ser humano construye
la ciencia gracias a una percepción fenomenológica. La aplicación de
estructuras cognitivas, de carácter lógico matemático generan lo que
conocemos como tecnología. Con esta nueva herramienta - en condición
perpetuamente generadora de herramientas - se construye una de las
bases de un enmarcado colectivo (cultura). Se facilita su presencia
temporal espacial. Dura más tiempo vivo. Más tiempo para poder
seguir preguntando (y es en esta gestión humana, tan humana donde se
encuentra el germen de las colectividades metafísicamente ansiosas).
Más tiempo para que se siga nutriendo su caudal epistemológico. De
forma tal que las ansiedades metafísicas encuentren sosiego en el
klonopín positivo conocido como ciencia. Más tiempo para que esta
ansiedad sea existencial, en vez de colectiva. Más tiempo para someter
el fenómeno natural a caprichos y voluntades de seres que tienen
cognición de su Ser.

Estos seres vociferan a gritos su condición. De forma tal que se
generan conflictos, particularmente si la palabra que más se grita es
no. Si se niega el no, se toca las puertas de la casa de Marte, y me
atrevo a decir que Marte siempre esta a nuestra disposición. Si dicha
deidad clásica atiende nuestro llamado de forma perpetua; ¿Por qué
insistimos en desear que Marte muera y que nunca conteste? ¡Marte es
inmortal! La paz/amor, vista desde esta óptica, es un absurdo que a su
vez constituye la mejor y más alta obra maestra de la Humanidad.

Para mi paz es la máxima expresión del perdón, para que exista el
perdón debe existir un caudal perenne de amor, el amor no es perpetuo
(como toda gestión humana, ya sea objetiva o subjetiva). Por lo tanto
no se va a dar el requisito inmanente para que se de una condición de
perdón lo suficientemente robusta como para considerar la
manifestación de la paz.
Lo que confundimos con perdón es realmente pacifismo fallido, en otras
palabras, el perdón es una gestión ideal/platónica por que el amor
(aunque existe, y a nivel individual motiva a seguir la gestión
sisífica que llamamos vida) es efímero. El carácter efímero de este
concepto (amor) esta dado por las particularidades lingüísticas que
adquiere o desecha a través de su historia.

La paz es inalcanzable por que el amor es efímero. El amor no es Amor,
la paz no es la Paz, si lo fueron o van a serlo, para mi es
incognoscible. Pese a mi concepción (aparentemente misántropa)
encuentro consuelo en que trincheras lingüísticas aun conservan
cierta integridad estructural desprovista casi por completo de valor
estético. Si queremos conservar estas trincheras, las mismas tienen
que resistir los embates de la condición biológica, fundamental
también para la integridad de la condición humana. Esta condición
biológica inevitablemente va a culminar en lo que conocemos como la
Muerte.

Queremos comer, conveniente pues necesitamos comer. Necesitamos
reproducirnos. Somos entes que consumen recursos, entramos en
conflictos. Queremos comer, necesitamos comer; podemos crear, no
necesitamos crear.

Otra columna o estructura arquitectónica que constituye una pieza de
lo que es en fin la base de una cultura, es el arte. Acudimos al arte
para satisfacer hambres y para sosegar ansiedades existenciales. A
través de la historia, el arte ha sido el medio por el cual el hombre
ha manifestado sus ansiedades, impotencias, virtudes y vicios. El
hombre trata de percibir e interpretar su entorno temporal espacial a
través de la develación de fenómenos y causas. En el arte esta
develación es la belleza. Belleza en la estética es motivo de estudio
y fin en si misma, pues dicha trinchera lingüística evoca nuestra
romántica aspiración de que exista un orden, una simetría. El
razonamiento lógico matemático también aspira a encontrar y
posiblemente establecer simetrías, por lo tanto no debería existir una condición
antagónica entre dichas interpretaciones. Sin embargo, paradigmas,
dogmas y estructuras sociales han determinado el carácter binario
que ha existido entre Objeto y Sujeto, arte y ciencia, poiēsis y technē

Arte y Ciencias son alternativas para poder generar una
interpretación individual de la realidad. Ambas alternativas son
poderosísimas, pues a ambas gestiones debemos nuestra condición actual,
oscilante, fragmentada, plagada y bendecida de absurdo e
incertidumbre. Este hecho es el enmarcado temporal (indefinidamente
dinámico) de nuestras gestiones tanto colectivas como individuales.
Es aquí en donde se puede percibir una Necesidad que a la vez es motor.