sábado, 10 de julio de 2010

Otra más para el Lyric Love Letter (II)



"Lo bello, el estilo no radican en una sola forma sino en la armonía de la forma dispuesta para alcanzar un resultado" C. Baudelaire

Amor. El ser orgánico consciente de su subjetividad, aun no puede desenredar de la urdimbre lingüística tan numinoso nudo.

La música sigue siendo la voz que sale de las gargantas de la musas.



La poesía sigue siendo es el esquema arquitectónico y estructural que hace posible la morfología de una bóveda clásica que se suspende sobre un plano. Los datos sensoriales emitidos por la creación poética (bóveda clásica) confirman que la poesía media entre la belleza y el arte. Cuando se da esta mediación surge la virtud estética par excellance: la armonía.



Existen dos perspectivas en el argumento anterior que son necesitadas de descripción. Las perspectivas pueden ser cenitales (te estoy mirando)
o desde el plano (me estas mirando).

Son perspectivas que pueden aparentar ser infinitamente paralelas pero nuestra intersubjetividad agencia una intersección. El punto de encuentro entre ambas perspectivas es el origen de un orgasmo intersubjetivo.



Las dos percepciones pueden oscilar de forma dialéctico hegelianas. Surge un intercambio de bienes que ineludiblemente se transmutan a fetiches en la economía matrimonial.



La diplomacia es fundamental para sostener la aparente y artificial simetría en las transacciones intersubjetivas conocidas como matrimonio. El reclamo de individualidad y el rechazo a la autoridad por ambas partes es el combustible necesario para generar la íntima conmensurabilidad que deja ser artificial en el momento en que siento tus labios y miro tus ojos.



Te amo con toda mi subjetividad, con toda racionalidad e irracionalidad. Te amo como a un perro le gusta ladrar. Te amo como a Sócrates le gustaba pensar.
Mi teleología existencial coquetea con la metafísica cuando me doy cuenta de que soy tu esposo.



Estoy casado con una Reina numinosa que me guía con su simple ser que emite datos sensoriales conocidos como luz. Eres la hija de Minerva y Helios. Eres episteme y poiesis. Divinidad luminosa y sabia, paradójicamente atea pues tu perspectiva cenital te hace conmovedoramente ignorante a tu condición de numen. Eres sabia por que no lo sabes, brillas por que te es imposible ver tu propia luz.

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