Es imposible escindir el discurso nietzscheano de nuestra actualidad. Todavía constituye los fundamentos de muchos de los discursos de hoy día. De la misma forma que Hitler malinterpretó a Nietzsche y regurgitó ideologías, también malinterpretó a Darwin en la lectura, regurgitando un sentimiento colectivo de racismo validado.
En fin, todas las tramas ideológicas/simbólicas que constituyeron el entramado Nazi, se adhirieron convenientemente a Friedrich Nietzsche y Charles Darwin. Razón por la cual el diálogo entre Nietzsche, Darwin y Hitler sería posible imaginarse. Cada uno de ellos riéndose de ellos mismos y de nosotros.