"[] El pastor me miró con aquellos ojos de profe-
ta que sabía poner bien. Lo vi mirarme con rabia.
Vi su cuerpo moreno y macizo a través de su ropa
blanca mojada. Vi los pelos de sus brazos moja-
dos, cerca de su piel. Vi que veía que yo veía lo
que veía. Vi, a través de sus pantalones blancos,
cómo dentro del calzoncillo blanco y de algodón,
se le abultaba aquello. Vi a los hermanos en la
orilla embelesados por mi belleza, mirándome.
Vi la cara de Papi a lo lejos, mirándome mirar.
Este muchacho es un monstruo, decía su rostro.
Vi a mami mirar mi monstruosidad en el rostro
de Papi. Les di la espalda a mi padre y a mi ma-
dre y miré de nuevo aquello que ya se encorvaba
sobre el muslo del pastor cuando me zambulló en
el agua."
[] Aparece en El elegido, páginas 30 & 31 de Mundo Cruel.
Las negritas del texto son mías.
No hay comentarios:
Publicar un comentario