miércoles, 14 de julio de 2010

Der Geist ist Knochen (Spirit is bone)

Una percusión de vítreos matices se emite con cada paso que doy sobre una alfombra de calcáreas formas.

La música del espíritu hecho hueso, materia, recuerdo de la limitación temporal espacial que comparto con el caos sistemático; rebelión metafísica, mi condición ontológica.

Un pedazo de espíritu óseo, un pedazo de coral calcáreo; cínicas obscenidades y gélidos excrementos, frutos del jardín de Hades.

Caronte navega la putrefacta Estigia. El barquero se burla de mi caprichosa contemplación existencial. No soy ni el primero ni el último.

Los que después participen de la mortuoria sinfonía, lo harán sabiendo que el excremento calcáreo no le debe envidia numérica a los gaseosos astros.

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