La Soledad es una condición inevitable.
La voluntad retrasa la llegada de esa terrible y vieja Señora.
No es mía,
es prestada,
es la tuya.
Olerte,
saber que estás al lado mío...
Saber que nunca voy a tener que decir mi nombre en un cuarto vacío.
Contar contigo a mi lado,
en nuestra cama...
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