La canción es uno de los resultados de las secuencias desoxirribonucleicas de René. Los códigos bailan en nuestras células —cada uno de nosotros tenemos trillones de ellas, y en cada una hay sobre 2 metros de información—. De todo este baile emerge la música de la vida. Líneas como cromosomas bailando boleros son acertadas poética y científicamente. Eso mismo pasa cuando se enrolla, literalmente, el ADN. Un cromosoma es un pen drive bioquímico, resultado de proteínas que enrollaron ADN, una enorme molécula capaz de hacer algo que ninguna otra puede hacer por su cuenta: reproducirse. [Para continuar leyendo en Revista Cruce, haga click aquí]
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