martes, 29 de noviembre de 2011

Book Porn

"Reading devices are fine for long journeys, 
and have advantages for reference books, 
but comitted readers will always crave physicality - 
"not just Peter Pan but my Peter Pan"." 

Soy un fetichista. Lo acepto. Pero es con el objeto más noble de todos: el libro. También soy un fanboy de cuanta película sci-fi existe. Acabo de terminar Arkham City, loco estoy por jugar Skyward Sword; y escucho Fall On Your Sword mientras miro estas charrerías instagramáticas:


Llevo con el libro* cinco años. Lo compré en Borders. Me costó seis dólares:
"When we no longer look at an organic being as a savage looks at a ship, as something wholly beyond his comprehension; when we regard every production of nature as one which has had a long history; when we contemplate every complex stucture and instinct as the summing up of many contrivances , each useful to the possessor, in the same way as any great mechanical invention is the summing up of the labour, the experience, the reason, and even the blunders of numerous workmen; when we thus view each organic being, how far more interesting - I speak from experience - does the study of natural history become!"
 *The Origin of Species (Castle Books, 2004, New Jersey)


Tengo este texto* vía @Arturo_Ulises:
"I think this whole Phillip complex is like the Christian heaven, an illusion born of a need, floating around in some misty Platonic nowhere, always just around the corner like prosperity, but never here and now."
*And the Hippos were Boiled in their Tanks (Grove Press, 2008, New York)


Hace dos años compré esta joya*. El arte en la portada también es de Vonnegut:
"We can make the center of a man's memory virtually as sterile as a scalpel fresh from the autoclave. But grains of new experience begin to accumulate on it at once. These grains in turn form themselves into patterns not necessarily favorable to military thinking. Unfortunately, this problem of recontamination seems insoluble."
*The Sirens of Titan (Dial Press, 2009, New York)




Son libros que voy a leer siempre. Los voy a re-visitar y tendré perretas totalmente nuevas; éstas siempre van a recordar, cada vez menos, a las de un chamaquito. El Quijote* es el último que retraté, tuve que tirarle más fotos. Se llevó tres. Vive en una caja, tenía polvo y es de la Editorial Juventud, año 1958. Me costó 30.00 € — solo la primera parte. El don que me vendió el libro se cagó en mi madre cuando me vio caminando hacia su librería. Estaba cerrando y de camino para la siesta. Me fui pero regresé a la tienda dos horas después. Ahora es mi Quijote:
"(...) él se enfrascó tanto en su lectura, que se le pasaban las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio; y así, del poco dormir y del mucho leer se le secó el cerebro, de manera que vino a perder el juicio. Llenósele la fantasía de todo aquello que leía en los libros, así de encantamentos como de pendencias, batallas, desafíos, heridas, requiebros, amores, tormentas y disparates imposibles; y asentósele de tal modo en la imaginación que era verdad toda aquella máquina de aquellas sonadas soñadas invenciones que leía, que para él no había otra historia más cierta en el mundo."
*El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha (Editorial Juventud, 1958, Barcelona)

2 comentarios:

  1. Gracias Miguel... Provocador como siempre. Refrescante y con otras visiones que, coño, hace rato son necesarias en la conversación intelectual y literaria.

    Por suerte, hay viajeros como tú. De paso, la cita del Quijote me incita a re-lecturas que había descartado hace algún tiempo. Adelante y un abrazo.

    PD. Si no te comento más a menudo no es por no seguirte; es que estoy nadando contracorrientes y moviendo los "trabajos alimenticios".

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  2. Gracias por la visita, Eric. Saludos.

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