martes, 4 de mayo de 2010

Don Quijote, El príncipe Myshkin, Ian Curtis, Napoleon Dynamite, Luis Carlos Adover Lausell y Yo.

Personajes emblemáticos de la Literatura Universal (tanto del S. XVI como del S. XIX), cantante de rock alternativo británico (¿post-punk?) de finales de S. XX cargado de ansiedad existencial brutalmente honesta y desnuda, personaje del cine independiente en los albores del siglo XXI (absurdo, cómico y héroe).........

Luis Carlos Adrover Lausell, hombre autista puertorriqueño. Su autismo ha permutado a tal nivel que ya es imposible enmarcar su condición psicológica actual con el DSM IV (herramienta tan útil y perversa). Por tal razón deseo retirarme del diagnóstico que poco atiende al momento de tatar de contestar la pregunta; ¿quién es mi hermano?
La expresión artística humana satisface muchas de mis meta-preguntas. ¿Será posible hacer el mismo ejercicio para contestar las preguntas que tengo sobre el sujeto o ser que es Luis? Muy probablemente este ejercicio es estéril. Pero sigo encontrando motivaciones para gestarlo.

Dostoyevsky y Cervantes impregnaron a sus personajes de heroísmo paradójico. Myshkin y Don Quijote no son seres, o se pudiera decir que el ser de estos seres está constituido por el no ser. Pero, al momento de experimentarlos íntimamente en la lectura se hace evidente su humanidad. Sueñan, anhelan, aman, sufren. La empatía del lector hace posible esta percepción. ¿Por qué Don Quijote y Myshkin no son? Ninguno de los dos forma parte de lo que se consideraba normativo en sus respectivas sociedades, pues Don Quijote hoy día es considerado esquizofrénico y Myshkin epiléptico (Grand Mal). Burla, marginación y rechazo eran el único medio por el cual dichos personajes interactúan con el otro.

Ian Curtis, es autor y personaje. Su ser es su expresión artística y viceversa. La música es su medio; la epilepsia, la depresión, la dependencia farmacológica, su actualidad inmediata, sus relaciones interpersonales trágicas y el amor son motor creativo. Encuentra una necesidad(temprano en su vida)de compartir su ser, y temprano en su vida encuentra la trágica necesidad de dejar de ser.

No existe héroe cinematográfico que pueda estar exento de la deuda del Quijote. Unas veces el héroe es quijotesco de forma tímida y a veces avergonzada, otras veces el héroe es Napoleon Dynamite. Este no ser es un Geek (título o categoría adolescente de uso común en la praxis social-escolar). Es marginado, es arquetipo social. Su entorno inmediato carece de compatibilidad con sus deseos (que muchas veces son fantasías). Aun así, su propia naturaleza arranca aplausos en un evento climático del filme, su ser es reconocido.

¿Entro yo en este ejercicio? ¿Es posible ver a Luis desde esta óptica sin tomar en consideración mis propias circunstancias afectivas o emocionales? Veo a Luis como un ser a través de no seres representados en diversos medios artísticos de diferentes épocas históricas. Veo a un Quijote cuando sueña, veo a un Ian cuando se descontrolan los eventos sinápticos, también cuando se toxifica su cuerpo con fármacos, veo a Myshkin en su inocencia y veo a Napoleón en sus triunfos.

En este ejercicio entro yo, por que soy yo quien lo hago, y también es inevitable para mi percibir a cada uno de estos personajes como espejos que reflejan elementos de mi propio Ser. De todos estos quien mejor refleja mi Ser es mi hermano, Luis Carlos Adrover Lausell.
Te Amo.

1 comentario:

  1. Algunas veces creo que lo conoces mejor que yo. Sabes que Luis Carlos también te ama.

    ResponderEliminar